El grito fue memorable.
Bajo la lluvia, lentamente fue tomando aire. Sus pulmones se fueron llenando despacio, teniendo cuidado de que el agua no le entrara por la nariz. En un rato estaba listo.
Fue tan sólo un segundo.
Se llevó las manos a la garganta y se dobló gritando.
Lo vi todo, fue memorable, épico. Fue aterrador.
No sé porqué gritaba.